jueves, 13 de mayo de 2010

lomo y la vuelta a la pelicula

¿Quien no tiene actualmente una cámara digital? Ahora cualquiera puede jugar a ser fotógrafo y hasta con una suerte de amanecer hacer buenas fotos. En este panorama desolador un colectivo ha venido a salvar nuestras digitalizadas almas. ¡¡los Lomógrafos!!
La lomografía aparte de ser la técnica de sacar fotografías con una cámara lomo, se ha convertido en una filosofía de vida, que va ganando adeptos, cada vez más personas cargados con sus cámaras Holgas o Dianas ven el mundo saturado y distorsionado.
Poseen hasta un decálogo donde sueltan autenticas perlas hacia los fotógrafos digitales, cosas como: “Recela de los fotógrafos digitales: su falta de imaginación es contagiosa.” o “Evita asociarte con fotógrafos digitales. Son la mala suerte personificada. Carecen de imaginación y de pasión.”
Así concluimos que la fotografía analógica vuelve y con ganas de guerra!


El colectivo lomográfico con decálogo incluido apuesta por el azar, vivir pegados a sus cámaras y en el momento.


RYAN MCGINLEY
nació el 17 de octubre de 1977 en Ramsey, New Jersey. Estudió Diseño Gráfico en la Escuela Parsons y actualmente vive en Nueva York.
En 1999 envió a 100 editores y artistas que admiraba, un libro de 50 páginas con sus fotos. El libro se titulaba "The Kids Are Alright" (Los chicos están bien) y consistía en fotos exuberantes y bacanales que retrataban a sus amigos de Nueva York, algunos de ellos también artistas como Dash Snow, Dan Colen y Hannah Liden.
A los 26 años se convirtió en el artista más joven en tener una exposición individual en el Museo Whitney de Nueva York.
Los íntimos retratos de artistas de graffiti, skaters y músicos (la mayoría sus amigos) revelan las subculturas de los jóvenes contemporáneos con una mirada honesta. Se lo ha comparado con Nan Goldin, Wolfgang Tillmans y Larry Clark (en cuyas fotos documentales sobre skaters sale el propio McGinley).
Para su último trabajo “I Know Where the Summer Goes” (Yo sé dónde va el verano) viajó por Estados Unidos con 16 modelos/amigos y tres asistentes, usando 4000 carretes. De esas 150000 fotos, 50 fueron seleccionadas para este trabajo, que se inspira en la fotografía amateur de revistas nudistas de los 60s.
McGinley hablaba con sus modelos sobre el ambiente que esperaba captar cada día. El itinerario fue planeado para tener una impresionante variedad de fondos naturales y actividades, en ocasiones utilizando fuegos artificiales y máquinas de humo.
La construcción artificial del proyecto permite también que los modelos sean capturados desprevenidos. El resultado son fotografías de jóvenes desnudos, jugando y viviendo en la naturaleza, inocentes pero eróticas, casuales pero calculadas.





y como un ejemplo de lomografo podríamos poner al asturiano "amstrad"
un español afincado en Japon que nos muestra la cotidianidad de la vida a través de sus lomo y polaroid

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